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La cuenta atrás ha comenzado. Cruza, come, baila, respira… Supera el espacio y te quedará el aquí. Traspasa el tiempo y será tuyo el ahora. Continente y contenido se funden en el icónico edificio del antiguo Prado Valenciano. Arte, gastronomía, progenie y frenesí. Se ultiman los detalles para la apertura. Con alevosía, nos colamos en los espacios de Palau: la Sala (para eventos), Azza (club de música) y Àtic (restaurante panorámico), un auténtico 3 en 1; único e irrepetible. Queremos ser testigos de todo lo que está pasando en su interior. Anticiparnos por instantes.
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Nueva imagen de Palau Alameda, edificio construido en 1959.
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Algo sucede cuando entras. Conexión con el instante, desconexión con el mundo. Conmoción, intersección de efectos provocados por Euphoria Lab, que aporta un sello exclusivo al lugar. Por dentro y por fuera. Parolio, reconocido diseñador internacional, ha sido el encargado de llevar a cabo el look and feel de la atmósfera “Alameda”, de cada recoveco, ángulo y detalle, del tono, del sentimiento… Asegura que la inspiración le viene del azul del mar, de la ciudad, del inmueble en sí y de su entorno. Un caudal de creatividad que se desborda entre sus amplios cristales. No hay freno. ¿Y límites?
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Motivos vegetales que recrean nuestra naturaleza autóctona en pleno corazón de València.
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Objetivo: devolver a esta construcción de finales de los años 50 -con enorme respeto-, la belleza, funcionalidad y el vigor que merece. Inyectarle poesía. Para ello, sus interiores se mimetizan con la naturaleza vernácula que lo circunda: los árboles, las flores, los insectos y los pájaros. Todo ello en pleno corazón urbano. Con especial tesón a la cantera de talentos autóctonos: artesanos, ebanistas, ceramistas y diseñadores de luminarias. Un todo made in Valencia. Un meeting point versátil y accesible; donde el ocio y la cultura confluyen. Fluyen. Resultado: obra de arte absoluta.
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Detalle de la pared principal de Àtic, formada por más de 300 platos pintados a mano con dibujos florales y geométricos.
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Más Valencia. Más diseño, encanto y esencia. COMPAC-The surfaces Company, empresa líder del mercado en superficies decorativas de alta calidad, ha sido fundamental en la recreación del ambiente. Con más de 40 años de experiencia, aporta alma y corazón al proyecto “Alameda”. Estas superficies revisten desde los lavabos, hasta las escaleras principales, incluyendo la cabina del DJ o las mesas de la terraza. Rincones que se impregnan de elegancia y generan un entorno acogedor, a la vez que extraordinario, como nuestro carácter mediterráneo. Espacios singulares, inherentes, perennes… como los álamos del Turia.
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Tras las sillas se asoma la barra principal de Àtic, Creación y diseño de COMPAC-The Surfaces Company, en cuarzo Unique Calacatta. Elegancia y luminosidad nunca vistas.
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Sus diferentes propuestas sorprenden, enamoran. Así lo observamos en las colecciones de cuarzo, Ice of Genesis-Created By Arik Levi y Unic-Sing of Perfection, que cubren la cocina chef o la barra de Àtic, respectivamente. Pureza y expresividad. Belleza y atemporalidad. Así es el cuarzo de Compac. O su mármol, puro lienzo natural. Combinación de texturas orgánicas que se perciben en el nacarado de la escalera principal. Aleación de emociones. Entra, desearás volver. Compac: un color, un momento. Imposible no rendirse ante sus diseños.
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Plato de cocina internacional realizado a partir de los productos de nuestra huerta valenciana. Tradición y vanguardia. Fusión.
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Continuamos nuestra ruta por el edificio y, de repente, nos asomamos a la cocina, santuario de la casa. Reencuentro con Nicolás Román y con los productos típicos de la tierra, de kilómetro cero. El chef ejecutivo de Palau Alameda ultima los detalles de una carta honesta, exquisita, donde el sabor y nuestra materia prima siempre son los protagonistas, fusionados con toques de la cocina internacional más vanguardista.
Una carta de la que ya nos habló en la última entrada a este blog, pero que ahora acaba de tomar forma y aliento, color. A punto para producir esa explosión sensible y divertida que nuestros paladares merecen y desconocen. Una propuesta con personalidad, tesón, inspirada en los elementos infinitos: del mare nostrum, pescados y mariscos frescos; frutas y hortalizas de temporada, recolectadas en la huerta valenciana; carnes, arroces y productos tradicionales engendrados al compás de nuestros vientos, cocinados a fuego lento. Bocados de eternidad. Lapsos definitivamente perfectos.
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Bocados exquisitos que conforman la propuesta de Àtic, una carta honesta y de calidad diseñada por Nicolás Román.
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Mientras, el reloj continúa sin detenerse. A puertas de la inauguración, sentimos como el equipo humano y profesional del proyecto, lidia contra la inquietud y agitación que supone una primera vez. Pues en cada acción, existe un gran esfuerzo, una gran ilusión. Tras más de dos años en marcha el deseo es ya una realidad. Ha llegado el momento de cruzar el río, navegar contracorriente, de estar presente, y sobre todo, de ser feliz. Porque frente la copla manriqueña, “cualquier tiempo pasado (NO) fue mejor”. Atrévete a vivir la experiencia. Aquí y ahora renace Palau Alameda.
Raúl Hurtado
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